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Takehiko Nakafuji
Takehiko NakafujiJapón
Nació en 1970 en Tokio.
Abandonó los estudios en la Facultad de Letras, Artes y Ciencias de la Universidad de Waseda y se graduó en el Departamento de Fotografía de la Academia de Artes Visuales de Tokio.
Trabaja como artista mientras dirige la Galería Niepce en Yotsuya Sanchome, Tokio.
Sigue publicando obras centradas en instantáneas de zonas urbanas.
Además de en zonas de todo Japón, fotografía en lugares de todo el mundo, como Europa del Este, Rusia, Cuba, China, Hong Kong, París y Nueva York.
Ha realizado numerosas exposiciones individuales y colectivas en Japón y en el extranjero.
Galardonado con el 29º Premio Especial Higashikawa de Fotografía. Galardonado con el 24º Premio Tadahiko Hayashi.
París es una ciudad cautivadora llena de secretos desconocidos. Es el escenario de famosas fotos de muchos fotógrafos, y el tema de muchas de mis propias obras en mis numerosas visitas a la ciudad.
Elegí la OM-D E-M1 Mark II para este viaje a París, porque quería capturar el amor y la devoción que siento por esta ciudad. Durante mis sesiones traté de prestar atención a los detalles de la ciudad mientras andaba por la calle y me comunicaba realmente con la gente a la que fotografiaba.
Lo primero que me llamó la atención al sostener la E-M1 Mark II fue lo pequeño que era el cuerpo, a pesar de tener tan buena empuñadura y una estructura tan sólida. Está bien hecha, se han mejorado todas las operaciones, y es tan clara y rápida que resulta muy cómoda. La impresionante velocidad del disparo secuencial de un modelo profesional como la E-M1 Mark II puede parecer casi excesiva para los forofos de las instantáneas de calle como yo. Sin embargo, todas las especificaciones de alto rendimiento sacan unas instantáneas muy fiables, con lo que puedes retarte a ti mismo sin reservas. Agradezco especialmente las enormes mejoras de la velocidad de autoenfoque, que permiten capturar al instante momentos inesperados mientras andas por la calle. Esta cámara, con su cuerpo compacto, modesto y discreto, nunca intimida a los sujetos, tanto si haces un retrato como si fotografías una escena en una esquina.
Creo que la E-M1 Mark II ha conseguido que profundice en un París que nunca había visto hasta ahora.

OM-D E-M1 Mark II
OM-D E-M1 Mark II: para profesionales apasionados.